lunes, 21 de marzo de 2011

Vicente Romano

En Alemania prolifera el último invento del capitalismo, lo que se denomina con el término de Leiharbeit, esto es trabajo a préstamo, en régimen de cesión. Consiste en la creación de una serie de empresas que no producen nada. Se dedican a recoger los trabajadores y trabajadoras en paro, desatendidos incluso por los sindicatos por estar fuera de los convenios, carentes de toda protección social. Luego se los prestan o ceden a las empresas que necesitan mano de obra en régimen de cesión. Estos trabajadores y trabajadoras cobran la mitad que los demás y trabajan 48-50 horas semanales en vez de las 38-40 que marcan los convenios. Las diferencias salariales enriquecen a los prestamistas y a las empresas que los emplean. En Alemania hay ya varios millones de trabajadores “prestados”, los nuevos esclavos. Así es como la economía alemana es más productiva y competitiva. Este negocio de la “competitividad” lo llevan a cabo en España las ETT (Empresas de Trabajo Temporal), las contratas y subcontratas de todo tipo. 

(Reseña del último libro de Jutta Ditfurth)

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